“La independencia de la mujer es el futuro”: Fluvia Lacerda

CIUDAD DE MÉXICO.

“Siempre he sido una mujer segura”, dice tajante y sin dudar Fluvia Lacerda. Nunca le ha importado lo que digan sobre ella y, desde que tiene memoria, ha estado orgullosa de su cuerpo.

La brasileña es una modelo de las llamadas plus size o XL, que sale de los estereotipos que ha impuesto el mundo de la moda y la belleza.

Es modelo internacional, escritora, conferencista y posó para la revista Playboy Brasil hace dos años. En su cuenta de Instagram presume sus logros y también su cuerpo. Hay fotos de ella vestida, en bikini o desnuda. Actualmente aparece en Belleza XL, docureality del canal E!

Si había alguien que pudiera alzar la voz, yo era la persona perfecta, una parte por mi naturaleza. La percepción que siempre tuve de la autoimagen fue completamente distinta. Jamás me vi al espejo y analicé mi cuerpo como gorda, flaca, alta, bajita o solamente como una belleza física.
Más bien me pareció lindo que mi cuerpo fuera capaz de producir dos vidas (sus dos hijos), eso me pareció fantástico y el hecho de poder compartir con las mujeres otros ángulos. Amo lo que hago”, platica Lacerda en entrevista con Excélsior.
La modelo de 39 años dice que desde niña fue una mujer segura. Una mujer con curvas y con la mentalidad de que así nació. En la charla —en una habitación de un hotel de Santa Fe— cuenta que su madre también alimentó eso en ella. Una mujer independiente de la que no tiene recuerdos quejándose frente al espejo por envejecer.

Es una mujer delgada, era bailarina clásica y siempre nos obligó a practicar un deporte y leer cierta cantidad de libros al mes. Mi naturaleza, junto con la manera en la que me criaron, me ayudó en el contexto en el que ahora está basado mi trabajo”, explica la nacida en Río de Janeiro.
Fluvia viajó de adolescente a Nueva York para aprender inglés. Ahí fue descubierta, en un autobús, por la editora de una revista de moda que la invitó a ser modelo plus size. Ella pensó que se trataba de una broma, pues no tenía idea de lo que eso significaba.

Comenzó la aventura y, con ella, una adolescencia fuera de lo común: una inmigrante en Nueva York que mandaba dinero a su familia por problemas financieros. Se enfocó en sus metas e inició su desarrollo profesional.

Durante ese tiempo, y antes, comparte, nunca recibió, ni ha recibido, algún tipo de discriminación o calificativo que la hiciera sentir mal.

No pasé por algo así cuando era niña… Nunca me vi en dificultades en la escuela debido a mi apariencia. Realmente no me importa lo que la gente piense de mí. No es algo que me afecte”, subraya con la voz tranquila.
Fluvia es alguien que ha roto estereotipos y le parece grandioso que las mujeres se empoderen cada vez más en un camino abierto por ellas mismas.

Se tardó muchísimo, ¿no? Me parece fantástico que suceda. Platicaba con la gente con la que trabajo y decíamos que es un momento fantástico estar vivos para ver esto. La independencia es el futuro.
Sí, llegó tarde, pero será maravilloso ver a las mujeres cuando descubran su propia voz. No nos vamos a dar cuenta y en 50 años, cuando volteemos, diremos: ‘guau, yo participé, fui parte de algo maravilloso’”, dice con alegría.
Mujeres trans y de más de 70 años en las portadas de las revistas y en las pasarelas; de etnias y tallas diferentes a las establecidas por los cánones. Hay una transformación, pero Fluvia no considera que sea un cambio, sino que se está saliendo de una burbuja.

La define como un espacio, en el mundo de la moda, que era controlada por “poquísimas personas” y hoy en día se logró que explotara.

El mundo está demandando verse reflejado en la publicidad, en la moda, en la televisión.
Me parece que es algo que iba a suceder porque eran millones (de personas) en contras de una minoría y era obvio que iba a suceder. Estamos siendo parte de una evolución que ya se había tardado muchísimo”, concluye.