Un Tri en evolución; fin a la incertidumbre

CIUDAD DE MÉXICO.

El 5 de abril de 2016 culminó una era en el futbol femenil. Poco menos de dos décadas después al mando de la Selección Femenil, Leonardo Cuéllar dejó el banquillo para dar paso a una nueva etapa.

El fracaso del Tri en la búsqueda del boleto a los Juegos Olímpicos de Río, y la actuación en el Mundial de Canadá, en donde no superó la fase de grupos, puso los reflectores sobre Cuéllar. La Femexfut se vio obligada a replantear el camino.

Fue ahí donde comenzó la incertidumbre sobre quién tomaría las riendas. No faltó mucho para que figuras del futbol femenil levantaran la mano para hacerse cargo del cuadro nacional.

Hoy, más que nunca, levanto la mano. No se trata de experiencia, se trata de traer a alguien ideal, y que no le dé miedo ensuciarse las manos” aseguró, en su momento, Iris Mora a Excélsior.

Algunas jugadoras consagradas de la Selección vivieron momentos de duda. Su futuro estaba en juego, como afirmó Mónica Ocampo.

Fue un tiempo muy complicado. Se fue el profe Leo, quien tenía muchos años trabajando con Selección, y se escuchaban muchos nombres. Llegué a dudar si me iban a volver a llamar. Al no tener un equipo no sabía que iba a hacer”.

A Maribel Domínguez y la propia Ocampo les tocó lo más difícil, porque no tenían ni dónde entrenar, pero con el tiempo las cosas fueron mejorando y se les tomó en cuenta nuevamente.

Nueve meses después, el 23 de enero de 2017, se dio a conocer una convocatoria para el Tri, previo a un compromiso ante Canadá, en la que Roberto Medina apareció como el estratega, a pesar de que la Femexfut no hizo el nombramiento oficial.

Roberto reconoce el compromiso de implementar su propio sello al conjunto nacional.

Hubo gente, como el profesor Leo, a la que le tocó picar piedra, y a mí me tocó ser parte de eso. Sabemos la obligación de mejorar y los detalles que no fueron tan buenos hay que pulirlos para que nos ayude a tener una Selección que sea digna representante del país”, indicó.

La FMF le otorgó la oportunidad a Medina, quien venía de un proceso con las selecciones menores.

Es una gran alegría que la gente reconozca tu trabajo. Empecé con una escuelita de futbol, pasé por estatales y tuve la posibilidad de ser campeón nacional en la Olimpiada Nacional antes de que Cuéllar me invitara a trabajar con el programa de Selecciones femeniles. La primera responsabilidad fue con la Sub 20 y tuvimos buenos resultados, primero con el mundial de Alemania y después en el último Mundial, en Nueva Guinea”, concluyó.